Educación sobre:

Discapacidad Intelectual

¿Qué es la discapacidad intelectual?

Discapacidad intelectual es un término utilizado cuando una persona no tiene la capacidad de aprender a niveles esperados y funcionar normalmente en la vida cotidiana. En los niños, los niveles de discapacidad intelectual varían ampliamente, desde problemas muy leves hasta problemas muy graves. Los niños con discapacidad intelectual puede que tengan dificultad para comunicar a otros lo que quieren o necesitan, así como para valerse por sí mismos. La discapacidad intelectual podría hacer que el niño aprenda y se desarrolle de una forma más lenta que otros niños de la misma edad. Estos niños podrían necesitar más tiempo para aprender a hablar, caminar, vestirse o comer sin ayuda y, también, podrían tener problemas de aprendizaje en la escuela.

La discapacidad intelectual puede ser el resultado de un problema que comienza antes de que el niño nazca hasta que llegue a los 18 años de edad. La causa puede ser una lesión, enfermedad o un problema en el cerebro. En muchos niños no se conoce la causa de la discapacidad intelectual. Algunas de las causas más frecuentes de discapacidad intelectual que incluyen el Síndrome Down, el síndrome alcohólico fetal, el síndrome X frágil, afecciones genéticas, defectos congénitos e infecciones, ocurren antes del nacimiento. Otras causas ocurren durante el parto o poco después del nacimiento. En otros casos, las causas de la discapacidad intelectual no se presentan sino hasta cuando el niño es mayor, tales como lesiones graves de la cabeza, accidentes cerebrovasculares o ciertas infecciones.

¿Cuáles son algunos signos de la discapacidad intelectual?

Por lo general, mientras más grave sea el grado de discapacidad intelectual, más temprano se identificarán los síntomas. Sin embargo, podría ser difícil indicar la manera cómo la discapacidad intelectual afectará a los niños más tarde en la vida. Hay muchos síntomas de discapacidad intelectual.

Por ejemplo, los niños con discapacidad intelectual puede que:

  • Se sienten, gateen o caminen más tarde que otros niños.

  • Aprenden a hablar más tarde o tener problemas para hablar.

  • Tienen dificultad para recordar cosas.

  • Tienen problemas para entender las reglas sociales.

  • Tienen dificultad para ver las consecuencias de sus acciones.

  • Tienen dificultad para resolver problemas.

¿Qué puedo hacer si creo que mi hijo tiene discapacidad intelectual?

Por favor, hable con el médico o enfermera de su hijo. Si usted o su doctor piensan que podría existir algún problema, puede llevar a su hijo a un pediatra especializado en desarrollo u otro especialista. También, puede llamar a su agencia local de intervención temprana (para niños menores de 3 años) o su escuela pública (para niños de 3 años o más).

¡Para ayudar a su hijo a alcanzar su máximo potencial, es de suma importancia conseguirle ayuda lo más pronto posible!

Fuente:

https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/developmentaldisabilities/hoja-informativa-sobre-discapacidad-intelectual.html


Aprenda sobre la Discapacidad Intelectual

La Discapacidad Intelectual (DI), anteriormente conocida como retraso mental, es una condición en la que las capacidades mentales de un individuo son limitadas. Clasificada en un grupo de condiciones denominadas trastornos del desarrollo neurológico, la discapacidad intelectual incluye deficiencias cognitivas y del desarrollo que pueden producir deficiencias y obstáculos en la capacidad de un individuo para funcionar adecuadamente en entornos personales, sociales, académicos u ocupacionales. Según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, el rango de tales déficits puede variar desde limitaciones de aprendizaje muy específicas o control del funcionamiento ejecutivo hasta deficiencias globalizadas de las habilidades sociales o los niveles de inteligencia.

La discapacidad intelectual, generalmente, se manifiesta en las primeras etapas del desarrollo antes de que un niño ingrese a la escuela primaria. Los niños que se enfrentan a una discapacidad intelectual tienden a alcanzar los hitos del desarrollo a un ritmo más lento que los que no tienen una identificación. Por ejemplo, por lo general, comienzan a caminar y hablar más tarde de lo que se considera apropiado para el desarrollo. Sin embargo, los signos de tales discapacidades tienden a volverse más prominentes una vez que los niños están en un entorno académico debido al hecho de que es aquí cuando los retrasos en el desarrollo son más notables en comparación con otros niños de la misma edad. Estos niños, comúnmente, tienen dificultades para interactuar socialmente, comunicarse de manera apropiada y funcionar al nivel académico esperado para su edad. A pesar de tales limitaciones, cuando los niños y adolescentes tienen discapacidad intelectual, no significa que sean incapaces de dominar nuevas habilidades o aprender a mantenerse a sí mismos en el día a día. Más bien, puede que les lleve más tiempo alcanzar esos conjuntos de habilidades. Las estimaciones han demostrado que la mayoría de los jóvenes con DI son capaces de aprender habilidades académicas hasta el nivel de sexto grado, y pueden obtener éxito en el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación a medida que se convierten en adultos.

Aunque la discapacidad intelectual no se puede curar, cuando se proporciona un diagnóstico temprano en la vida de un niño y las intervenciones se implementan adecuadamente, los niños con esta afección pueden lograr una alta calidad de vida, a pesar de cualquier impedimento existente. Las intervenciones tempranas y el apoyo continuo pueden permitir que los niños mejoren su funcionamiento adaptativo y aprendan muchas habilidades que les permitirán prosperar en la vida; habilidad que les permitirá alcanzar su máximo potencial.


Causas y factores de riesgo

Hay una serie de factores que pueden influir en el desarrollo de la discapacidad intelectual(DI). Cada vez que ocurre algo que interfiere con el desarrollo normal del cerebro, existe un mayor riesgo de que se produzca la aparición de ésta afección. Si bien, hay algunos casos en los que se puede determinar una causa exacta y específica para la aparición de la DI. En promedio, ésto solo ocurre alrededor de un tercio de las veces. Los investigadores creen que los siguientes factores pueden entrar en juego al determinar la causa de la discapacidad intelectual:

Genético: existen casos en los que la presencia de discapacidad intelectual se debe a la presencia de genes anormales que se han heredado de familiares. En otros casos, si se producen errores cuando se combinan genes durante el desarrollo prenatal, puede producirse DI. Se estima que en aproximadamente el 25% de los casos, la discapacidad intelectual es el resultado de anomalías metabólicas o cromosómicas, como las que provocan el síndrome de X frágil y el Síndrome Down.

Físico: cuando las personas padecen determinadas infecciones o enfermedades y no reciben el tratamiento adecuado, existe el riesgo de que se desarrolle DI. Otros factores fisiológicos, como la desnutrición extrema, la negación de la atención médica adecuada o la exposición a sustancias venenosas como el plomo o el mercurio, también pueden poner a uno en riesgo de desarrollar discapacidad intelectual.

Ambientales: los factores ambientales, especialmente los que ocurren antes del nacimiento, también pueden poner a las personas en riesgo de desarrollar discapacidad intelectual. Con respecto a los riesgos prenatales, estar expuesta a la radiación durante el primer trimestre, la desnutrición materna durante el embarazo y el consumo de alcohol por parte de la madre pueden poner al bebé en un alto riesgo de desarrollar DI. Además, existen ciertas circunstancias problemáticas que pueden ocurrir durante el parto que pueden aumentar el riesgo de desarrollar DI, como la falta de oxígeno o el nacimiento extremadamente prematuro. Los factores ambientales adicionales que pueden poner a uno en riesgo de desarrollar una discapacidad intelectual pueden incluir experimentar una lesión cerebral traumática, sufrir desnutrición severa y sufrir una experiencia de casi ahogamiento.

Factores de riesgo:

  • Errores genéticos o mutaciones que ocurren durante el desarrollo prenatal.

  • Complicaciones que surgen durante el parto.

  • Desnutrición

  • Exposición a desnutrición extrema, tanto prenatal como posnatal.

  • Ponerse en contacto con determinadas enfermedades o infecciones.

  • Casi ahogándose.

  • Exposición prenatal a drogas y/o alcohol.


Signos y Síntomas

Los signos y síntomas que pueden indicar que un niño está luchando con una discapacidad intelectual pueden ser enormes. Algunos pueden hacerse evidentes durante la infancia, mientras que otros pueden no notarse hasta que el niño ingresa a la escuela. La gravedad de la afección, que puede variar de leve a profunda, jugará un papel importante en el periodo de tiempo durante el cual se presentarán los síntomas.

Ejemplos de varios signos y síntomas que pueden ser indicativos de la presencia de discapacidad intelectual pueden incluir:

  • Tarde para voltearse, sentarse o caminar, en comparación con lo que se considera apropiado para el desarrollo.

  • El habla se retrasa.

  • Tiene dificultad para dominar tareas como aprender a ir al baño, vestirse y / o alimentarse solo.

  • Muestra dificultad o retrasos en el aprendizaje.

  • Lucha con la resolución de problemas.

  • Lucha con el pensamiento lógico.

  • Tiene dificultades de memoria.

  • No puede conectar acciones con sus consecuencias.

  • No parece entender o captar las señales sociales.

  • Presencia de problemas de salud como discapacidades motoras, problemas de audición y visión y convulsiones (en aquellos con DI grave o profunda).

Como se mencionó anteriormente, el nivel de gravedad de la discapacidad intelectual puede variar. Estos niveles se agrupan típicamente en cuatro categorías distintas, que incluyen leve, moderado, grave y profundo.

A continuación, se incluyen descripciones de lo que se puede esperar en cada nivel de gravedad:

Leve:

  • Puntaje de CI entre 50 y 70.

  • Es capaz de desarrollar habilidades de lectura y matemáticas hasta los grados 3-6.

  • Tiene dificultades para regular las emociones y los comportamientos de manera apropiada para su edad.

  • Suele funcionar a un nivel apropiado para la edad en lo que respecta al cuidado personal.

  • Es capaz de adquirir habilidades prácticas y habilidades para las tareas diarias.

  • Es capaz de adaptarse socialmente, pero las interacciones sociales suelen ser inmaduras en comparación con sus compañeros.

  • Se desarrolla a un ritmo más lento que el apropiado para el desarrollo.

Moderado:

  • Puntaje de CI entre 35 y 49.

  • Presencia de signos físicos inusuales.

  • Las habilidades conceptuales están, marcadamente, por detrás de las de sus compañeros.

  • El lenguaje hablado es la principal herramienta de comunicación social, pero es mucho menos complejo que sus compañeros.

  • Es capaz de comprender las habilidades de salud y seguridad de nivel primario.

  • Es capaz de que le enseñen rutinas sencillas de cuidado personal y, por lo general, puede participar en ellas sin ayuda.

Grave:

  • Puntaje de CI entre 20 y 34.

  • El logro de habilidades conceptuales es muy limitado.

  • Tiene poca o ninguna habilidad de comunicación, sin embargo, es capaz de entender algunas palabras y puede proporcionar algunas, aunque mínimas respuestas.

  • Normalmente requiere apoyo para todas las actividades de la vida diaria.

  • Por lo general, requiere supervisión en todo momento, ya que no son capaces de tomar decisiones responsables con respecto al bienestar de ellos mismos o de los demás.

  • La adquisición de habilidades requiere una enseñanza a largo plazo, así como un apoyo continuo y constante.

Profundo:

  • Puntaje de coeficiente intelectual de menos de 20.

  • Presencia de anomalías cognitivas extremas.

  • Las habilidades conceptuales son muy limitadas.

  • Tiene una comprensión extremadamente limitada de la comunicación simbólica en el habla o el gesto.

  • Presencia de deficiencias físicas y sensoriales.

  • Presencia de alteraciones motoras.

  • Depende de otros para todos los aspectos del cuidado físico diario, la salud y la seguridad.


Desafíos

Cuando se les brindan las intervenciones y el apoyo adecuado, los niños y adolescentes con discapacidad intelectual pueden vivir felices, saludables y una vida plena. Sin embargo, todos se enfrentarán inevitablemente a varios desafíos.

Dichos desafíos pueden incluir los siguientes:

  • Problemas de memoria

  • Problemas de atención

  • Dificultades para interactuar socialmente.

  • Autoestima deteriorada o sentido reducido de autoestima.

  • Dificultades para encontrar y mantener un empleo como adultos.

  • No poder vivir solo debido a la asistencia y supervisión necesarias.

  • Presencia de problemas médicos adicionales.


Trastornos concurrentes

Cuando los niños y adolescentes tienen discapacidad intelectual, se cree que tienen entre 3 y 4 veces más probabilidades de tener afecciones de salud mental coexistentes que la población general.

Algunos de los trastornos y afecciones concurrentes más comúnmente citados, que se dice que se presentan junto con la DI, incluyen los siguientes:

  • Trastornos del estado de ánimo

  • Desórdenes de ansiedad

  • Trastornos depresivos

  • Trastornos del control de impulsos

  • Desorden hiperactivo y deficit de atencion

  • Desorden del espectro autista

  • Agresión

  • Autolesiones

Fuente:

https://www.dbinstitute.com/disorders/intellectual-disability/causes-symptoms/


Apoyo Visual

CUIDADO CON LOS SELLOS QUE LE PONEMOS A LAS PERSONAS

Este cortometraje presenta la tenacidad de un joven con impedimentos físicos. Sin embargo, el video ha sido erróneamente titulado como discapacidad intelectual severa.

El protagonista de éste video aparenta tener una condición conocida como Perlesía Cerebral. Es una condición neuromuscular que causa limitaciones físicas que pueden variar en su gravedad.

En la mayoría de los casos, aunque las dificultades motoras pueden ser significativas, su capacidad intelectual puede ir desde normal, significativa y, en ocasiones, su capacidad intelectual puede ser sobre lo normal.

A diferencia de otras condiciones, en ocasiones, como sucede en este caso, su limitación física es significativa, pero es obvio que la severidad de su condición es motora y su capacidad de racionamiento, comunicación y otros, es normal.

Conocemos profesores universitarios, contables, médicos, profesionales de todas clases con ésta condición quienes lógran sus metas personales, se casan, tienen hijos, aún cuando su condición física aparenta que su condicion intelectual no es normal.

No juzguemos por lo que vemos. Démosle tiempo para demostrar quienes son.


EL ROL DE LOS PADRES Y LA FAMILIA EN EL EXITO DE UNA PERSONA CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Excelentísimo cortometraje sobre las experiencias, fortalezas y obstáculos de las personas con discapacidad intelectual, y el rol de sus familias.


LA RESPONSABILIDAD IMPLICITA DE LOS HERMANOS DURANTE EL CRECIMIENTO DE LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL Y EN EL FUTURO DE LAS PERSONAS ADULTAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Este documental es un reconocimiento a la figura de los hermanos de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Ellos les acompañan a lo largo de sus vidas; comparten juegos, sueños, ilusiones, canciones, riñas, y en muchas ocasiones, toman el relevo de sus padres en el cuidado de su hermano/a.

Esta responsabilidad tiene que conjugarse con sus proyectos de vida, familia, trabajo o ambiciones personales. Sin embargo, en demasiadas ocasiones, no se reconoce su papel.

Son mediadores entre los progenitores y sus hermanos/as con discapacidad intelectual o del desarrollo, son cómplices de sus avances y fracasos, exigentes con las metas a las que pueden llegar… En definitiva, son firmes defensores de las capacidades de sus hermanos y hermanas, y por ello, merecen el mayor de los reconocimientos.